No sería bueno si tuviéramos el mejor consejo para darle a nuestros hijos para que puedan tener una vida muy dichosa? Una vida en la que nosotros, sus padres, no tenemos que estresarnos ni preocuparnos porque sabremos que ellos van a estan bien?
Este consejo existe y a cómo leas aquí te vas a dar cuenta de que ser padre no tiene que ser tan estresante o preocupante. En realidad, ser padres es más fácil de lo que pensamos.
Cuando mi hijo estaba chico yo quería controlar mucho de su entorno para que no tuviera que pasar por experiencias indeseables en las que yo iba a terminar preocupada. "No hagas esto, no hagas esto otro, no me vuelvas a hacer eso otra vez!"
Una vez que me di cuenta de que en realidad era de mí de quien yo me preocupaba, de que mis preocupaciones eran más importantes que las experiencias de vida de mi hijo, decidí que era el momento de cambiar. Era tiempo de soltar ese control, tiempo de relajarme y de confiar en que no importa que decisiones él haga, que eran parte de su destino y que él va a estar bien.
Una vez que me di cuenta de que en realidad era de mí de quien yo me preocupaba, de que mis preocupaciones eran más importantes que las experiencias de vida de mi hijo, decidí que era el momento de cambiar. Era tiempo de soltar ese control, tiempo de relajarme y de confiar en que no importa que decisiones él haga, que eran parte de su destino y que él va a estar bien.
Lo que debemos hacer para ser padres libres de preocupación
Antes de darte una lista de que hacer y que no hacer para ser mejores padres, que será en otra publicación, te voy a mostrar lo que entiendo que deberiamos de hacer como padres.
Las 3 cosas que DEBEMOS hacer si queremos ser unos padres y madres sin preocupaciones son:
Las 3 cosas que DEBEMOS hacer si queremos ser unos padres y madres sin preocupaciones son:
1- Enseñar a tu hijo acerca de su sistema de guía interna.
Enseñales que los niños también tienen su propia guía interna. Cada ser humano tiene su propia conexión directa con Dios, Fuente, Divinidad, Universo, o cómo quieras llamarle. Sí, todo el mundo!
Algunos podrán parecer como si no la tienen, pero si. Lo que sucede en esos casos, es que ellos están acostumbrados a no hacerle caso a su guía interna que hasta se olvidan que ahí está. Esto pasa porque la guía externa que tenemos frente a nosotros (la mayoría de las veces nuestros padres) duele más si no le hacemos casos que el no escuchar a nuestra guía interna invisible.
Tienes que confiar en que no eres el único que cuida a tus hijos, así cómo tus padres no fueron los únicos que cuidaron de tí.
Por lo tanto, si le enseñas a tus hijos que ellos también tienen su propio sistema de guía interna y que pueden confiar en él, siempre vas a saber que no importa la decisión que tomen, te guste o no, viene desde su alma.
Enseña a tus hijos cómo se siente la guianza interior. La orientación se siente en el área del estómago y les puedes enseñar cómo escucharla aprovechando las decisiones que tienen que tomar cada día.
Por ejemplo, vamos a suponer que tu hijo está coloreando una página. Luego te pregunta: "Mamá, qué color debo pintar el mono?" Entonces le dices, "¿De qué color sientes que quieres pintarlo?" "Bueno, los monos son de color marrón, pero a mí me gusta el azul" "Ok, toma el color marrón y pon atención a cómo se siente en tu estómago cuando piensas que estás coloreando el mono marrón. Ahora, elije el color azul, ¿cómo se siente en tu estómago cuando piensas en colorear el mono de azul?" Despues dile que tome cada uno de esos colores a la vez y se pregunte así mismo cómo se siente cuando los mira "Marrón. Azul. Marrón. Azul." "Mamá, quiero pintarlo azul!" "Está bien, pintalo de azul entonces."
En este caso no sólo le estás enseñando a cómo seguir su propia guía interior, si no que también le estás enseñando a que se sienta seguro de su creatividad. Después de todo cada uno de nosotros creamos nuestra propia realidad, ¿verdad? Pues dejémoslos que la pinten de cualquier color que quieran entonces.
Confía en la guía interna de tu hijo. Puedes utilizar ejercicios como éste para enseñarle a tus hijos cómo poner atención y a escuchar a su guía interna. Una vez que hayan practicado lo suficiente, y te piden ayuda para hacer una decisión en la que ya sabes que son capaces de hacerla ellos mismos, como el qué par de zapatos ponerse, cuál programa de televisión ver, en cuál amigo confiar, vas a confiar en su proceso de tomar decisiones.
Así es como preparamos nuestros hijos para la vida. Enseñándoles a escuchar y a confiar en su guía interna. Una vez que saben cómo seguir su guía, van a aprender cómo sentirse feliz, ya que la mayoría de las veces harán lo que se siente bien. Por lo tanto, si ellos se sienten contentos con los resultados de su guianza, nosotros tenemos que confiar en ella.
Ya que estén listos para irse de la casa a hacer sus propias vidas, vas a saber que ellos siempre van a seguir su guía interna y que donde quiera que vayan en la vida, nos guste o no, siempre van a estar en el lugar correcto.
Nunca van a necesitar buscar orientación externa otra vez porque ellos sabrán cómo buscarla en su interior. Sabrán que ellos son los únicos responsables de sus decisiones, de la dirección que su vida tome, y de su felicidad. Nadie más, sólo ellos.
Enseñales que los niños también tienen su propia guía interna. Cada ser humano tiene su propia conexión directa con Dios, Fuente, Divinidad, Universo, o cómo quieras llamarle. Sí, todo el mundo!
Algunos podrán parecer como si no la tienen, pero si. Lo que sucede en esos casos, es que ellos están acostumbrados a no hacerle caso a su guía interna que hasta se olvidan que ahí está. Esto pasa porque la guía externa que tenemos frente a nosotros (la mayoría de las veces nuestros padres) duele más si no le hacemos casos que el no escuchar a nuestra guía interna invisible.
Tienes que confiar en que no eres el único que cuida a tus hijos, así cómo tus padres no fueron los únicos que cuidaron de tí.
Por lo tanto, si le enseñas a tus hijos que ellos también tienen su propio sistema de guía interna y que pueden confiar en él, siempre vas a saber que no importa la decisión que tomen, te guste o no, viene desde su alma.
Enseña a tus hijos cómo se siente la guianza interior. La orientación se siente en el área del estómago y les puedes enseñar cómo escucharla aprovechando las decisiones que tienen que tomar cada día.
Por ejemplo, vamos a suponer que tu hijo está coloreando una página. Luego te pregunta: "Mamá, qué color debo pintar el mono?" Entonces le dices, "¿De qué color sientes que quieres pintarlo?" "Bueno, los monos son de color marrón, pero a mí me gusta el azul" "Ok, toma el color marrón y pon atención a cómo se siente en tu estómago cuando piensas que estás coloreando el mono marrón. Ahora, elije el color azul, ¿cómo se siente en tu estómago cuando piensas en colorear el mono de azul?" Despues dile que tome cada uno de esos colores a la vez y se pregunte así mismo cómo se siente cuando los mira "Marrón. Azul. Marrón. Azul." "Mamá, quiero pintarlo azul!" "Está bien, pintalo de azul entonces."
En este caso no sólo le estás enseñando a cómo seguir su propia guía interior, si no que también le estás enseñando a que se sienta seguro de su creatividad. Después de todo cada uno de nosotros creamos nuestra propia realidad, ¿verdad? Pues dejémoslos que la pinten de cualquier color que quieran entonces.
Confía en la guía interna de tu hijo. Puedes utilizar ejercicios como éste para enseñarle a tus hijos cómo poner atención y a escuchar a su guía interna. Una vez que hayan practicado lo suficiente, y te piden ayuda para hacer una decisión en la que ya sabes que son capaces de hacerla ellos mismos, como el qué par de zapatos ponerse, cuál programa de televisión ver, en cuál amigo confiar, vas a confiar en su proceso de tomar decisiones.
Así es como preparamos nuestros hijos para la vida. Enseñándoles a escuchar y a confiar en su guía interna. Una vez que saben cómo seguir su guía, van a aprender cómo sentirse feliz, ya que la mayoría de las veces harán lo que se siente bien. Por lo tanto, si ellos se sienten contentos con los resultados de su guianza, nosotros tenemos que confiar en ella.
Ya que estén listos para irse de la casa a hacer sus propias vidas, vas a saber que ellos siempre van a seguir su guía interna y que donde quiera que vayan en la vida, nos guste o no, siempre van a estar en el lugar correcto.
Nunca van a necesitar buscar orientación externa otra vez porque ellos sabrán cómo buscarla en su interior. Sabrán que ellos son los únicos responsables de sus decisiones, de la dirección que su vida tome, y de su felicidad. Nadie más, sólo ellos.
2- Demostrar lo que es el sentirse bien.
Al vivir una vida en la que siempre te sientes bien, vas a demostrar que sentirse bien es bueno.
Los niños siempre están viendo y sintiendo cómo nos sentimos, cómo reaccionamos, cómo respondemos a la vida. Ellos aprenden de nuestra demostración. Ellos aprenden con el ejemplo. Las acciones hablan más que las palabras, ¿te acuerdas?
Deja que tus acciones digan lo que realmente quieres decir. Deja que tus acciones digan que la manera en que te sientes es lo más importante en tu vida. Que tu deseo más grande es el de sentirte bien y que tú siempre tienes total y absoluto control de cómo te sientes.
Al vivir una vida en la que siempre te sientes bien, vas a demostrar que sentirse bien es bueno.
Los niños siempre están viendo y sintiendo cómo nos sentimos, cómo reaccionamos, cómo respondemos a la vida. Ellos aprenden de nuestra demostración. Ellos aprenden con el ejemplo. Las acciones hablan más que las palabras, ¿te acuerdas?
Deja que tus acciones digan lo que realmente quieres decir. Deja que tus acciones digan que la manera en que te sientes es lo más importante en tu vida. Que tu deseo más grande es el de sentirte bien y que tú siempre tienes total y absoluto control de cómo te sientes.
No se puede enseñar a respetar si uno no respeta. No se puede enseñar cómo sentirse bien si uno no se siente bien" -Abraham Hicks
3- Esperar cosas buenas de tus hijos.
Esperar cosas buenas de la gente siempre es algo muy bueno. La gente siempre se alza a las expectativas, incluso cuando ellos mismos no lo creen. Cree que tus hijos pueden ser y hacer y tener lo que ellos desean y lo que su alma les guia.
Espera que escuchen a su guía y que hagan lo que es mejor para ellos en esta vida. Emociónate con lo que les depara la vida. Siempre espera cosas buenas y grandiosas en sus vidas. Y, sobre todo, aseguráte de estar bien con lo que sea que les venga. Es la vida de ellos después de todo.
Esperar cosas buenas de la gente siempre es algo muy bueno. La gente siempre se alza a las expectativas, incluso cuando ellos mismos no lo creen. Cree que tus hijos pueden ser y hacer y tener lo que ellos desean y lo que su alma les guia.
Espera que escuchen a su guía y que hagan lo que es mejor para ellos en esta vida. Emociónate con lo que les depara la vida. Siempre espera cosas buenas y grandiosas en sus vidas. Y, sobre todo, aseguráte de estar bien con lo que sea que les venga. Es la vida de ellos después de todo.
Los niños tienden a estar a la altura de lo que creemos en ellos.” -Lady Bird Johnson
Si realmente quieres enseñarle cosas buenas a tus hijos, enseñales éstas cosas y aún cuando crezcan no se apartarán de ellas.
¿Estás listo para dejar que tus hijos experimenten la vida desde su interior? Déjamelo saber en los comentarios.
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Gracias,
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