¿Porqué es tan Difícil Mantener los Propósitos de Año Nuevo?

25/1/2018

Todos empezamos con la mejor intención de mejorar algún aspecto de nuestra vida en el año que está empezando y por alguna razón la meta final parece estar tan fuera de nuestro alcance, ¿Por qué será?

Darle un poco de mente a nuestros propósitos de Año Nuevo y estar preparadas para hacer el trabajo necesario, podría ser justo lo que necesitamos.

De acuerdo a estudios el 80% de la gente que hizo propósitos para Año Nuevo van a sentir una especie de decepción para finales de Febrero. Y de todas las personas que hacen propósitos de Año Nuevo, sólo el 9% sienten que tuvieron éxito al final del año. No te decepciones todavía y vamos a empezar por aprender de donde proviene el hacer propósitos para el Año Nuevo.

De donde provienen los propósitos de Año Nuevo

De acuerdo con History.com, la primera indicación de hacer propósitos para el Año Nuevo fué con los Babilonios hace unos 4,000 años. Durante ese tiempo los Babilonios tenían un festival de 12 días cuando el año empezaba donde hacían promesas a sus dioses de pagar sus deudas y de devolver objetos que habían pedido prestados. La creencia era que si mantenían sus promesas, los dioses los iban a favorecer en el año que empezaba.

Unos 2000 años más tarde, durante la época de Julio César, los Romanos creían en un dios llamado Janus. Enero (January en Inglés) fue añadido al calendario en honor a ese dios. Este dios tenía dos caras y los Romanos creían que este dios podía simbólicamente mirar hacia atrás hacia el año anterior y hacia el futuro. Así que, en el primero de Enero los Romanos ofrecían sacrificios a este dios y le hacian promesas de buena conducta para el próximo año.

Avanzando hasta la era de los primeros Cristianos verás que mantuvieron la tradición del primero de Enero para pensar en los errores del pasado y planear en ser mejores en el futuro -en particular durante el Año Nuevo que está empezando.

Los propósito de Año Nuevo más comunes

De acuerdo con statisticbrain.com, sólo el 41% de los Estadounidenses hacen propósitos de Año Nuevo. Y las resoluciones de Año Nuevo más comúnes, en orden descendiente, están relacionadas con la mejora personal, el dinero, bajar de peso y las relaciones personales.

Tiene sentido cuando se piensa que, según la historia, el objetivo principal de establecer los propósitos de Año Nuevo es el ser mejor de lo que fuimos el año anterior, no crees?

También tiene sentido los propósitos acerca de dinero, el querer bajar de peso y el mejorar relaciones personales debido a la época del año durante el cual la mayoría de la gente los hace. Si te pones a pensar, la gente ha estado gastando dinero, comiendo a sus anchas, y visitando a familia y amigos desde Acción de Gracias hasta el final del año. Por lo tanto, yo creo es sólo normal el querer hacer esos propósitos.

¿Por qué será que todos tenemos la mejor intención de mejorar algún aspecto de nuestra vida en el Año Nuevo, pero la meta final parece estar tan fuera de nuestro alcance? Continúa leyendo para averiguarlo.

Por qué los propósitos de Año Nuevo fallan

Como habrás notado, la mayoría de los propósitos de Año Nuevo fallan porque están hechos a última hora. No hubo suficiente pensamiento, planificación o determinación involucrados en el proceso de hacerlos. Yo sé que la mayoría de las veces los hacemos por diversión o porque alguien nos pregunta si tenemos algunos.

Pero si te das cuenta, en el momento que abandonas tus propósitos de Año Nuevo, puedes llegar a sentir una sensación de fracaso o incapacidad que perjudica tu sistema de creencias, más específicamente creencias sobre el tu ser capaz de poder lograr tus objetivos.

Otra razón por la que los propósitos de Año Nuevo fallan es porque no podemos ver que tan amplios y abrumadores pueden ser, ni tampoco estamos preparados mental y emocionalmente para los reveses temporales que con seguridad van a surgir.

Cómo mejorar tus posibilidades de lograr tus propósitos de Año Nuevo

Como ya sabes, amí me gusta mantener las cosas muy simple. Asi que te voy a dar sólo tres cosas que puedes hacer y tener en cuenta a la hora de establecer tus propósitos de Año Nuevo, o cualquier otra meta en cualquier otro momento.

Dale mente a tu meta. Asegúrate de que centras tu mente en una meta significativa. Esta meta tiene que ser algo que realmente quieres y estás dispuesta a hacer todo lo que puedes y necesitas hacer para que tengas éxito.
Enfócate en un paso a la vez. Si el propósito es demasiado grande, dividelo en pasos alcanzables. Si es necesario, enfocate en sólo un paso este año. Si lo terminas antes del final del año, sigue adelante y empieza el segundo paso, y así sucesivamente.
Prepárate para hacer el trabajo. Todo lo que vale la pena requiere de trabajo, aunque a veces no solo es trabajo físico. A veces puede ser trabajo mental, emotional y spiritual. Así que asegúrate de que estés lista para eso y también para los reveses temporales que naturalmente vienen.

El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo.” -Socrates

No tienes que hacer propósitos de Año Nuevo si no quieres. Aunque sí te recomiendo que encuentres un punto, durante el año, para que te des permiso de empezar de nuevo. Incluso hasta puede ser más de una vez al año. La mayoría de las empresas establecen metas cada trimestre; no veo por qué no podríamos hacer lo mismo nosotros.

Si deseas hacer propósitos para el Año Nuevo, te recomiendo que pienses un poco en lo que quieres lograr. Asegúrate de que estos propósitos son para ayudarte a ser mejor de lo que eras el año anterior y haz el compromiso contigo misma de hacer el trabajo que se necesite hacer para lograrlo.

¿Qué otras ideas tienes para ayudarnos a mantener nuestros propósitos o metas a lo largo del año? Compartelo con nosotros en los comentarios a continuación.

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