No sería bueno tener tu fundación interna tan sólida y fuerte que no importaría qué vientos te lleguen tu no serías sacudido?
Esto es posible cuando sabes quién eres, cuando reconoces tus propias verdades y cuando aprendes la manera de reforzar tu centro interior.
La semana pasada te mostré cómo identificar quién realmente eres. Esta semana quiero mostrarte cómo reconocer tus propias verdades y cómo reforzar y fortalecer tu centro interior, para que tengas una fundación fuerte y sólida dentro de ti mismo.
Reconoce tus verdades
Tus verdades son esos pensamientos que resuenan fuertemente con tu alma.
¿Alguna vez has tenido un pensamiento que de inmediato y muy fuertemente lo crees que es cierto sin que nadie te diga si lo es o no? Esos son los pensamientos que son la verdad para ti.
Pero tu verdad en un tema específico no quiere decir que es la única y profunda verdad universal. Tu verdad se basa en la dirección que te da tu alma, la cual es diferente a la de todos los demás en este mundo.
Si lo que estás leyendo ahora mismo resuena dentro de ti, podría ser que mi verdad, al menos ésta en particular, no está muy lejos de la tuya.
Pero ésta es sólo uno verdad. Cada uno de nosotros está compuesto de tantas verdades individuales que es imposible que coincidan todas tus verdades con las verdades de cualquier otra persona en este mundo, ni siquiera en este universo.
Es esta la razón por la que tenemos que aceptarnos unos a otros sin juicio. Es por esto que tenemos que ser comprensivos de la jornada en ésta vida de todos los demás. Cada uno de nosotros estamos siguiendo nuestra propia verdad interior para poder llegar a nuestra propia paz interior.
¿Alguna vez has tenido un pensamiento que de inmediato y muy fuertemente lo crees que es cierto sin que nadie te diga si lo es o no? Esos son los pensamientos que son la verdad para ti.
Pero tu verdad en un tema específico no quiere decir que es la única y profunda verdad universal. Tu verdad se basa en la dirección que te da tu alma, la cual es diferente a la de todos los demás en este mundo.
Si lo que estás leyendo ahora mismo resuena dentro de ti, podría ser que mi verdad, al menos ésta en particular, no está muy lejos de la tuya.
Pero ésta es sólo uno verdad. Cada uno de nosotros está compuesto de tantas verdades individuales que es imposible que coincidan todas tus verdades con las verdades de cualquier otra persona en este mundo, ni siquiera en este universo.
Es esta la razón por la que tenemos que aceptarnos unos a otros sin juicio. Es por esto que tenemos que ser comprensivos de la jornada en ésta vida de todos los demás. Cada uno de nosotros estamos siguiendo nuestra propia verdad interior para poder llegar a nuestra propia paz interior.
Tu centro interno
Tu centro interior es ese "tu" que solo tu eres. Se compone de los rasgos positivos y negativos de tu personalidad pero no sólo identificados y reconocidos, sino también aceptados y honrados y amados por tí mismo.
Sé TU: Esto significa que vas a aceptar lo que eres y olvidarte de querer ser como otra persona que deseas ser o alguien más que te han dicho que seas. Asegúrate de hacer lo que quieres hacer de tu vida sólo porque tú lo quieres hacer y no porque te lo dicen.
Honra tus rasgos: Tu ya tienes una lista de rasgos con los que te identificas. Vamos a suponer que has seleccionado que eres generoso. Si tu ya sabes que eres generoso y hay gente a tu alrededor que te dice que dejes de darle dinero, tiempo y recursos a las personas que no te lo aprecian... ¿dejarías de hacerlo? Ser generoso es sólo uno de tus rasgos de personalidad y tratar de no ser quien realmente eres sólo te hará sentir miserable.
Cada uno de nosotros tenemos muchos rasgos y depende de cada uno de nosotros que los aceptemos, honoremos y amemos.
Algunos rasgos son más positivos que otros, algunos son más fuertes que otros, pero nosotros decidimos a cuáles queremos darles más atención y hacerlos crecer -a los que te hacen sentir bien, por supuesto.
Sé TU: Esto significa que vas a aceptar lo que eres y olvidarte de querer ser como otra persona que deseas ser o alguien más que te han dicho que seas. Asegúrate de hacer lo que quieres hacer de tu vida sólo porque tú lo quieres hacer y no porque te lo dicen.
Honra tus rasgos: Tu ya tienes una lista de rasgos con los que te identificas. Vamos a suponer que has seleccionado que eres generoso. Si tu ya sabes que eres generoso y hay gente a tu alrededor que te dice que dejes de darle dinero, tiempo y recursos a las personas que no te lo aprecian... ¿dejarías de hacerlo? Ser generoso es sólo uno de tus rasgos de personalidad y tratar de no ser quien realmente eres sólo te hará sentir miserable.
Cada uno de nosotros tenemos muchos rasgos y depende de cada uno de nosotros que los aceptemos, honoremos y amemos.
Algunos rasgos son más positivos que otros, algunos son más fuertes que otros, pero nosotros decidimos a cuáles queremos darles más atención y hacerlos crecer -a los que te hacen sentir bien, por supuesto.
La paz interior es cuando lo que dices y haces está de acuerdo con lo que sientes y piensas" -Claudia LeBaron Islas
Fortalece tu centro interior
Poniéndole atención a tu yo interior es la forma de fortalecer tu fundación interna. Puedes alcanzar esa fortaleza al hacer estas 3 cosas:
Ahora ya puedes ver más el panomara. Ahora ya entiendes que todo el mundo está tratando de seguir la orientación de su alma y están buscando sus verdades, así como tú. A pesar de que lo has estado haciendo toda tu vida, ahora date permiso para hacerlo más intencional, consciente y deliberadamente.
- Escucha a tu cuerpo - Aprende cómo se siente tu cuerpo en diferentes circunstancias. Al saber cómo se siente, vas a saber lo que te está diciendo y vas a saber qué hacer para calmarlo cuando sea necesario.
- Disfrutar el estar solo - Al aprender a estar solo, en "mi-tiempo" como lo llamo yo, se llega a conocer más a uno mismo. Ponle atención a lo que estás pensando, a lo que te estás diciendo, a lo que tu alma te está diciendo y a la dirección que te está dando.
- Aprecia el silencio - Tu puedes saber tu verdad al estar en silencio y prestar atención. Aprende a distinguir lo que tu cuerpo y tu alma te están diciendo. ¿Has tratado alguna vez de escuchar atentamente a alguien que habla muy quedito cuando hay música a un volume alto o cuando está el ruido de la televisión? Es muy difícil o talvez hasta imposible ¿verdad?
Ahora ya puedes ver más el panomara. Ahora ya entiendes que todo el mundo está tratando de seguir la orientación de su alma y están buscando sus verdades, así como tú. A pesar de que lo has estado haciendo toda tu vida, ahora date permiso para hacerlo más intencional, consciente y deliberadamente.
Ahora dime... ¿ya reconociste tus propias verdades?
¿Te ha gustado esta publicación? Suscríbete para que recibas mis publicaciones semanalmente en tu correo electrónico. Además, si crees que alguien podría beneficiarse de ésta información, no dudes en compartir éste post con ellos.
Gracias,
Gracias,