Un bebé no necesita ser o hacer o tener nada para ser importante, valioso y digno. Este bebé es todo eso y mucho más con sólo existir.
¿Entonces por qué sería diferente cuando crecemos? ¿Por qué pensamos que no tenemos valor o que no somos dignos de algo bueno en esta vida? ¿Cuándo empieza esta creencia?
Los niños conocen su valor y dignidad
Cuando los niños nacen no saben mucho de este mundo pero aún así logran hacer que sus necesidades básicas sean satisfechas. Ellos no se preocupan por nada ni por nadie; ellos sólo se enfocan en el cuidado de sí mismos.
En esa etapa, lo único que ellos quieren es vivir, vivir en el ahora. Ellos no saben o no se preocupan de ser valiosos y/o dignos y aún asi todavía lo son.
Mira a los niños en tu familia. Mira sus pequeños ojos, observa sus acciones y ve el valor y la dignidad que irradian. ¿Ves cómo no necesitan ser, hacer o tener algo para ser valiosos?
En esa etapa, lo único que ellos quieren es vivir, vivir en el ahora. Ellos no saben o no se preocupan de ser valiosos y/o dignos y aún asi todavía lo son.
Mira a los niños en tu familia. Mira sus pequeños ojos, observa sus acciones y ve el valor y la dignidad que irradian. ¿Ves cómo no necesitan ser, hacer o tener algo para ser valiosos?
Cuando y porqué perdemos la creencia de que somos valiosos y dignos
- Gente que queremos y apreciamos nos pasan sus creencias. Estas gentes tienen buenas intenciones en enseñarnos sus creencias, y aunque la mayoría de esas creencias son buenas, la gente no sabe que hay algunas creencias que son inútiles e hirientes.
- Nuestro sistema de creencias crece con nosotros. A medida que crecemos y experimentamos la vida, empezamos a afirmar o a rechazar las creencias que nos han enseñado. Por desgracia, pocas veces cuestionamos creencias viejas que has sido arraigadas en nosotros por nuestros seres queridos, aún cuando éstas nos causan dolor.
- Nos comparamos a los demás basados en esas creencias. Compararnos con los demás es lo peor que podemos hacer para nuestro propio valor y dignidad. Compararte con los demás te lleva a un lugar donde no hay una plataforma para sostenerte y se siente como si estás colgando en el vacío sin muestras de mejora o avance.
Cómo encontrar el valor y la dignidad de nuevo
- Recuerda quién eras cuando eras un niño. Recuerda todo el tiempo que pasabas pensando en ser valioso y digno cuando eras un niño. Ninguno, ¿verdad? ¡Exactamente! Deja de pensar en eso y simplemente sé. Sé como un niño otra vez y date la libertad de vivir en el momento presente. Haz lo que te diverte ahora, y ahora, y ahora. Piensa más en el ahora.
- Cuestiona cada pensamiento y creencia que viene a ti. Cuestiona cada pensamiento y creencia sobre todo cuando no te permiten seguir adelante. También cuestiona esas creencias que no te hacen sentir bien o que no tienen sentido. Descartarlas y reemplazalas con otras creencias que te servirán mejor para este momento. Aprende a poner atención a lo que estás poniendo atención. No puedes liberar esos pensamientos y creencias tú sola? Yo te puedo ayudar.
- Deja de compararte con los demás. Deja de compararte con los demás hoy mismo, no necesitas hacer eso. Piensa en lo que TÚ estás haciendo y no pongas tu atención en lo que hacen o no hacen los demás, a menos que vayas a ayudarles en algo o vas a trabajar con ellos para crear algo grande. Deja de poner tu atención en los demás y centráte más en ti misma porque nadie más lo hará por tí.
- Crea una imagen de cómo se mira y cómo se siente ser valiosa y digna. Realiza esa imagen propia que siempre has querido realizar. Ese sueño que tienes de ser libre, sí es posible. Todo es posible si te lo imaginas. Así que, permítete serlo.
- Confía en tus nuevas y edificantes creencias. El miedo y la emoción tienen respuestas físicas similares. Asegúrate de que aprendes a diferenciarlos para que no te alejes de los cambios que si son buenos. La emoción se siente bien en tu cuerpo cuando piensas en las nuevas creencias y nuevos cambios; el miedo, se siente mal.
Una flor no piensa en competir con la flor de al lado. Ella sólo florece". –Zen Shin
En nuestro sistema económico, el dinero y las cosas tienen valor en función a lo que otros piensan y creen que valen. Pero nosotros no somos ni dinero ni cosas, somos mucho más. Por lo tanto, no dejes que otros te den tu valor; ellos no tienen idea de su propio valor, mucho menos de el valor de otras personas.
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